El look de Cristina Pedroche en las Campanadas es ya un clásico. La presentadora se ha convertido en la figura más mediática de Nochevieja por su ya habitual llamativo estilismo. Seguro que en la mesa de la cena, rodeados de amigos y familia, el look "de la Pedroche" es uno de momentos más comentados.
Después de muchas especulaciones, por fin el secreto ha sido desvelado. Teníamos claro que el modelito iba a ser original, y no ha defraudado son su elección en oro y negro, una obra de arte esculpida en su cuerpo. Así ha sido el resultado final.
Después de tres años consecutivos confiando en Pronovias, uno en Charo Ruíz (2014) y el año pasado en Tot-Hom, este año Cristina Pedroche se ha vestido con una obra del artista Jacinto de Manuel. Más de 650 horas de trabajo del escultor han hecho realidad esta pieza titulada “Venus MMXX” que la presentadora ha lucido para dar la bienvenida al 2020.
Un diseño dividido en tres partes, muy complicado de poner, de hecho la presentadora ha tardado más de horas en vestirse, incluyendo el maquillaje y la peluquería. Pedroche ha necesitado 15 pruebas hasta llegar al resultado final. Todo con la ayuda de su estilista Josie.
Oro en la pieza de arte de Jacinto de Manuel, negro en la seda y los mitones que la acompañan, componen la ecuación de moda y buena suerte con la que Cristina Pedroche ha presentado este año las campanadas: “con esta escultura siento que me puedo comer el mundo, que soy invencible e imparable. Me siento más poderosa que nunca y muy orgullosa de todo mi equipo que me han ayudado para brillar así y que han hecho posible que este sueño se haya hecho realidad”.
El artista aceptó este reto en torno al mes de julio y desde entonces ha trabajado en un proceso creativo que resume a través de esta declaración:
“La pieza final es resultado y evolución del primer bloque de escayola que empezamos a tallar mezclándolo con moldes directos sobre el cuerpo de Cristina, uniendo partes y medidas reales con otras idealizadas para conformar el busto de una diosa. Aquellos puntos donde las medidas del busto y de Cristina debían ser exactas se han llegado a tomar impresiones hasta en ocho ocasiones; aunque el proceso más complejo, importante y de mayor duración ha sido el de tallado y modelado, llegando a llevar más de 500 horas de trabajo junto al maestro Juan Carlos Andrés.
