Se dice muy a menudo, y no sin cierta razón, que los medios como la televisión, las revistas, etc., no son más que un reflejo de la sociedad en la que vivimos en cada momento. Esto mismo se podría decir de numerosas empresas que deben estar al tanto de las preocupaciones, modas, estilo de vida y forma de ver el mundo de sus potenciales clientes.
En un mundo cada vez más concienciado con causas sociales, con movimientos activos como el del feminismo, el ecologismo o, por supuesto, el body positive, las compañías tienen que estar al día si quieren seguir formando parte de las elecciones de sus clientes. Por supuesto, esto mismo aplica a las empresas y compañías de moda.
Sin embargo, no basta con subirte al barco social que toque, porque los consumidores tienen más información que nunca, sino que es necesario creerse lo que vendes y vivir y actuar acorde con ello, predicando con el ejemplo. Por desgracia esto no siempre ocurre.
El caso de Barbara Palvin siendo considerada con su 1,75 cm y 55 kilos una modelo plus size por Victoria's Secret no es - ni será - la primera vez que vemos a una empresa de moda subiéndose a la ola de lo curvy y haciéndolo escandalosamente mal. Anteriormente hemos visto como Wish.com utilizaba el body shaming para anunciar prendas de talla grande o como Boohoo o Calvin Klein caían en el mismo error de Victoria´s Secret etiquetando como plus size o curvy a modelos llamativamente delgadas. Hace unos días, sin ir más lejos, hablábamos con cuatro modelos de talla grande que denunciaban que el body-positive no es real en el mundo de la moda.
Estas modelos nos indicaban cómo, en muchos casos, subirse al carro de lo curvy no es más que una herramienta de marketing, pero luego a la hora de la verdad, no aumentan el tallaje o sacan colecciones que van aparte excluyéndolas de lo que se consideran patrones de belleza "normales". El ejemplo de Victoria's Secret al definir a Barbara Palvin como modelo curvy es una muestra de querer formar parte de un movimiento social y no poder hacerlo. Y es que, para sonar sinceros y que los consumidores se lo crean, las compañías tienen que estar realmente concienciadas y predicar con el ejemplo.
Según los expertos, las empresas que cumplen con esta máxima, que son coherentes con lo que predican y tienen un impacto positivo en la sociedad obtienen mejores resultados que aquellas que no. En gran parte, porque la mayoría de los consumidores estamos dispuestos a pagar más por marcas que sean responsables. El reto para estas empresas y para las personas concienciadas con el body-positive es desdibujar los ideales de belleza que hasta ahora teníamos.
Las marcas que intentan vender como diversidad - por propio beneficio - estos intentos claramente fallidos lo único que consiguen es que muchas mujeres los veamos como una burla. La diversidad real no se ve en que se use la palabra curvy o no, sino en las tallas reales que se ponen a la venta y se incluyen en los catálogos de cada marca de ropa.
Por suerte, sí existen empresas de moda que lo están haciendo bien y parecen comulgar realmente con lo que están predicando. Así, Antrophology ha lanzado una línea que ofrece tallas más altas asegurando que están elaboradas pensando en las proporciones reales de las mujeres. La marca Reformation extendió las tallas de algunas de sus prendas el año pasado y este han anunciado una gama permanente de prendas de tallas más grandes.
En nuestro país, Mango cuenta con tallas hasta la 44 y XL y desde la 40 hasta la 54 en Violeta, y utiliza modelos que se ajustan a todas las tallas, facilitándonos a todas poder disfrutar de la moda y de nuestros cuerpos tengamos la talla que tengamos y permitiendo una visión más realista de la variedad de cuerpos de mujer y de personas que existen.
Y es que el body-positive y la concienciación social no solo hay que decirla, sino que hay que hacerla.
Imágenes | Gtres